Consciente de la creciente importancia de los parques caninos en las ciudades, Gabriela Chuhuaicura, licenciada en Diseño Industrial, desarrolló ParkCan, un proyecto de tesis que busca mejorar estos espacios públicos, integrando mobiliario urbano innovador y funcional. La propuesta reconoce la importancia de satisfacer las necesidades físicas y emocionales de los perros para promover una convivencia sana con sus familias y la comunidad.

“El diseño de un parque canino debe ir más allá de lo estético; debe ser un espacio seguro y enriquecedor que permita a las mascotas ejercitarse, jugar y socializar de forma adecuada”, comenta Gabriela. Su trabajo se centró en analizar parques existentes en Santiago, como el Parque Bicentenario y el Parque Inés de Suárez, identificando deficiencias en el mobiliario actual y riesgos en la seguridad de los perros.

El objetivo principal de ParkCan es crear un espacio completamente diseñado para los perros, con zonas específicas de esparcimiento y mobiliario urbano que prioricen la seguridad y la experiencia canina. Los elementos propuestos incluyen suelos de goma antideslizante para prevenir lesiones; plásticos flexibles y seguros que minimizan riesgos de accidentes; y diseños adaptados a la percepción visual de los perros, incorporando colores como el azul y el amarillo, los únicos que pueden distinguir claramente.

“Al analizar los parques actuales, me di cuenta de que muchos objetos y colores no están diseñados pensando en los perros. Esto impacta directamente en cómo interactúan con el espacio. Con ParkCan, quise cambiar eso”, explica Gabriela.

Otro aspecto innovador de este proyecto es su enfoque en la educación de los usuarios. Gabriela detectó que muchos dueños desconocen las mejores prácticas para aprovechar estos espacios, por lo que su diseño también incluye información orientada a fomentar el uso responsable y la convivencia entre los usuarios del parque. “Un espacio bien diseñado no solo beneficia a las mascotas, sino que educa y mejora la convivencia comunitaria. Esto es fundamental para crear ciudades más amigables y responsables”, añade.

El proyecto también subraya la importancia de ofrecer un entorno seguro y exclusivo para los perros, lo que reduce conflictos con otros usuarios del parque y fomenta una experiencia más placentera para todos. Gabriela destaca: “Mi objetivo era diseñar un parque donde todo estuviera conectado y fuera coherente, no solo en términos de diseño, sino también en funcionalidad y seguridad”.

El trabajo de Gabriela ha sido reconocido en el ámbito académico por su innovación y potencial impacto. Ella planea llevar ParkCan más allá de la universidad, colaborando con municipalidades y organizaciones para implementar su visión. “Este proyecto tiene un impacto social muy fuerte. Me gustaría que ParkCan no se quede en el papel, sino que sea parte del día a día de muchas comunidades que necesitan estos espacios”, concluye.